Recuerdos del Bosque Viejo

Recuerdos de Tauron que no deben ser olvidados. No es un blog para ser leído por extraños :)

lunes, enero 24, 2005

Charlie el Chu-Chu

Aunque resulta algo siniestro (vease la Torre Oscura IV, de Stephen King), es el nombre que le hemos dado al trenecito del parque de la Granja. Tauron ha hecho su primer viaje "en tren", con locomotora de carbón y avería incluida. Miraba a todas partes y se reía. Ni siquiera ha llorado cuando hemos pasado por el tunel, a diferencia de otros niños. Mi chico es un machote.

La felicidad se llama Paco...

y yo tengo dos :D


duermete niño

Desde que Tauron ha estado malito no conseguimos que se duerma como antes. Ahora solo quiere brazos, teta, mimos y dormir en la cama de los papás, así que hemos decidido tomar medidas. Hemos comprado un libro llamado "Duermete niño" de un tal Doctor Estevill, muy famoso y muy recomendado. Su técnica es sencilla: deja el niño en la cuna y que llore hasta que se duerma, con visitas regulares cada 5 minutos para que sepa que no le hemos abandonado. Simpático el hombre. Como se nota que no es su hijo el que berrea desesperado mientras agita los bracitos buscando a su mamá (o a la teta de su mamá). Pero tiene razón, maldita sea su estampa. Tauron me está tomando el pelo y no puedo dormirlo "a la teta" durante más tiempo o dentro de 5 años aún seguiré durmiendolo así. Ayer lloró lo que no está escrito, y sus papás, aunque no se notara, también. Pero se durmió y maravilla de las maravillas... sólo se ha despertado dos veces. ¿Será verdad que funciona este método? Espero que sí porque me siento como Cruella de Vil. Además, me voy a quedar calva de tanto estirarme del pelo aguantándome las ganas de cogerlo en brazos. :(

El orinal del último emperador

Recuerdo que cuando estrenaron el Último Emperador hace ya muchos años me quedé horrorizada con la escena en la que los eunucos examinan ansiosamente el orinal del niño-emperador para comprobar la calidad y cantidad de sus cacas. Tenía yo pocos años y eso era simplemente asqueroso. Quién me iba a decir a mi que años más tarde teniendo mi própio "emperador" en casa yo examinaría sus pañales con el mismo afán ansioso. ¿La razón? Ya come papillas y la leche en polvo no le sienta bien. La primera le hizo un sarpullido alrededor de la boca y la segunda le ha estreñido tanto que hemos tenido que llevarle al hospital para que le desatascaran. Pobret, como lloraba.... Me miraba con desespero, con los ojos desencajados llorando sin parar. Por fortuna hemos cambiado de leche a una de soja que parece le sienta bien. Por lo menos el contenido de su pañal es normal: ni líquido ni espeso y se llena regularmente. :D